7 ideas clave para el emprendedor cultural
Probablemente tengas muchas ideas y aspiraciones pero no sepas por dónde empezar. Misterio Studio está fundado por dos emprendedoras, así que sabemos lo difícil que es empezar.
Nos gustaría ofrecerte ayuda en lo que esté en nuestra mano. Si crees que te podemos echar un cable, ¡estaremos encantadas de recibir un mail tuyo! Dicho esto, te dejamos con las que creemos que son las 7 ideas clave que todo/a emprendedor/a cultural debe tener en cuenta.
- Para empezar, estudia tus opciones
- Analiza el mercado. ¿Cómo es tu público?
- Define tus metas de forma concreta
- Viste tu marca y trabaja en tu branding
- Consigue tener una comunicación sólida
- Márcate objetivos a medio y largo plazo
- ¿Cómo consigo financiación?
Para empezar, estudia tus opciones
¿Cuáles son tus debilidades y fortalezas? ¿De qué presupuesto dispones? ¿Qué sueldo te gustaría asignarte? ¿Cómo desearías que fuera tu negocio? Estas son algunas de las preguntas que tienes que hacerte para empezar. Antes de presentarte a tu público, debes analizarte a ti mismo/a y tu situación personal.
En las respuestas encontrarás tus mejores aliadas para saber cuál es tu situación y ver si estás listo. Y, sobre todo, tendrás una visión más clara para poder construir un negocio que esté alineado con tus necesidades vitales. Una vez investigado el panorama, te resultará más sencillo utilizar tus fortalezas como herramienta y buscar soluciones a las debilidades que te preocupen.
Analiza el mercado. ¿Cómo es tu público?
Una vez entiendas tus posibilidades, debes estudiar a tu público: qué le gusta, cómo es, qué le motiva y, sobre todo, qué necesidades tiene. Ten en cuenta que para conseguir un negocio rentable es tan importante la idea en sí como su adecuación a las verdaderas necesidades del mercado.
A la hora de analizar el público y sector, también hay que estudiar a la competencia. Conocerla es muy importante para poder diferenciarte. En el mundo cultural hay mucha oferta, así que necesitarás ofrecer algo nuevo o centrarte en necesidades y sectores del mercado que tus competidores no están cubriendo.
Define tus metas de forma concreta
Parece una obviedad, pero muchos emprendedores no se marcan objetivos bien definidos o no se ponen metas concretas. Define un objetivo, cuanto más claro y acotado, mejor. Estas metas tienen que incluir todos los campos relativos a tu marca: cuánto quieres cobrar, cómo quieres que sea tu negocio, la relación con los clientes, tus valores, tu identidad de marca…
Una vez marcados los objetivos, hay que trazar un plan que te ayude a conseguirlos y dividirlo en pequeñas tareas que podrás ir tachando de tu lista. Anota los pros y contras de cada etapa y busca soluciones ante las posibles dificultades.
Viste tu marca y trabaja en tu branding
Aunque muchos emprendedores quieren empezar la casa por el tejado y crear un logo el primer día, nuestra recomendación es que lleves a cabo todos los pasos anteriores para que tu imagen tenga una base conceptual sólida.
El logotipo de tu marca solo será la punta del iceberg de todo el trabajo que hay detrás. Para que el trabajo que realice el diseñador o diseñadora esté bien fundamentado y transmita lo que tu marca necesita, hace falta un análisis previo. Confía en un profesional y deja que diseñe tu identidad corporativa. Un buen branding con una imagen atractiva que lo sustente será lo primero que vea el cliente (¡y la primera impresión es muy importante!).
Consigue tener una comunicación sólida
Llegados a este punto, tu marca ya tiene una identidad fuerte y sólida que puedes defender. En el paso anterior, seguramente, habrás podido definir muchos aspectos de la comunicación de marca para aplicar a partir de ahora.
Haz un plan de comunicación, selecciona las redes sociales adecuadas para tu producto y público y mantén un tono comunicativo acorde a la personalidad de tu proyecto. Todos estos aspectos deberán estar recogidos en tu Manual de Marca y/o en tu protocolo de comunicación.
La relación con el público debe ser constante y personalizada. Una buena comunicación con el cliente suma muchos puntos y ofrece una gran ventaja competitiva. Este es justamente uno de los puntos débiles de muchas empresas culturales, así que tienes una gran oportunidad para diferenciarte de tu competencia mediante un buen plan de comunicación.
A nivel de comunicación interna, crear un ambiente sano y de debate es muy positivo para la marca y ayuda a que todas las personas del equipo estén implicadas en lograr unos objetivos comunes.
Márcate objetivos a medio y largo plazo
Crea objetivos para los distintos niveles de la gestión de tu empresa. En la parte comercial, por ejemplo, al principio probablemente haya más gastos que beneficios, pero eso no es necesariamente una mala señal.
Te invitamos a marcar objetivos a 1 año y 5 años vista, y revisarlo periódicamente (podrías ser cada 4 meses, por ejemplo). Algunos de estos objetivos irán mutando sobre la marcha, pero en cualquier caso, es una técnica de gran utilidad para tener una visión clara de la evolución deseada y mantener el foco.
¿Cómo consigo financiación?
Empezar es complicado. Te lanzamos unas cuantas opciones de fuentes de ingresos para una empresa cultural que puedes valorar.
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Lanzar una campaña de financiamiento digital o un crowdfunding
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Pedir un préstamo pequeño al banco o a una institución privada
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Buscar inversionistas locales
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Recurrir a una incubadora de negocios
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Muestra tu idea a amigos y familiares (aunque ya sabes lo que dicen, no mezcles el trabajo…)
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Consigue socios estratégicos
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Plantea trueques: por ejemplo, ofrece tus servicios de diseño si alguien te deja una oficina
Si quieres saber más, tenemos un artículo dedicado enteramente a la financiación cultural.
Emprender es sinónimo de motivación, flexibilidad y retos. No todos los momentos van a ser positivos, pero sin duda te embarcarás en un viaje de crecimiento y aprendizaje continuo.
En Misterio Studio tenemos servicios de diseño, comunicación y divulgación especializados en cultura para ayudar a clientes como tú en todo este proceso. ¿Te animas?