¿Por qué hay un público que no visita museos?

Según una encuesta llevada a cabo por El Prado, el 60% de los españoles afirman que no han visitado un museo en el último año. Sin embargo, el 87,13 aseguran que les gustaría ir más. ¿Qué está creando entonces esta diferencia?

El público, en su mayoría, tiene una opinión favorable hacia los museos. En general, se concluye que estos espacios son una institución importante y necesaria para la sociedad en la que se conserva y expone parte fundamental del patrimonio artístico y cultural de un país. Lo cual es cierto. En papel, los museos gustan. ¿Qué pasa entonces con esa opinión que no se traduce a acción?

La espiral del silencio y otras teorías

Damos por sentado que las personas que no asisten a museos deben querer hacerlo gracias a la naturaleza beneficiosa de estos. Sin embargo, según Enrique Varea Agüí, director del Sorolla, hay un porcentaje de las personas que no asisten a museos, pero afirman desear hacerlo, que en realidad ocultan una opinión negativa sobre ellos. Explica que en psicología, esto se conoce como la “Espiral del silencio” una teoría elaborada por la politóloga alemana Elisabeth Noelle-Neumann a finales de los años 70. Esta teoría explica que debido a que un grupo de personas (el 40% del público que sí asiste a los museos) ha formado y expresado una opinión positiva y socialmente aceptable, otro grupo (el 60% que no asiste) se siente obligado a guardar silencio y conformarse.

En el 2012 Laboratorio Permanente de Público de Museos realizó grupos focales donde intentaban develar la opinión real que el público no visitante tenía acerca de los museos. Los participantes dieron diversas respuestas. El estudio afirma:

“La palabra museo se asocia principalmente con arte: Cuadros, pintura, escultura…”
“En un segundo nivel, los museos sugieren conceptos considerados serios y sesudos: Cultura, historia, conocimiento…”
“Pero, en un tercer nivel y una vez citados los atributos canónicos, los estereotipos, aparecen los inconvenientes, especialmente y muy reiteradamente, el aburrimiento, el cansancio, la densidad, el ambiente cerrado.”

Por lo que podemos entender que de estos “no visitantes” muchos tienen una opinión fuerte sobre los museos que no necesariamente hacen explícita.

Disponibilidad y uso de tiempo libre

“Yo tengo poco, de lunes a viernes hasta las seis, estoy ocupadísima. Sábados me
dedico a labores domésticas de mi casa y el domingo es el único día que puedo tener
para pasear, ir al cine…”
(mujer, Madrid)

La falta de tiempo representa la razón más repetida entre los participantes de la encuesta realizada por el Prado. Según el 39,96% de los participantes, la falta de tiempo es el motivo más relevante por el cual no asisten a un museo.

Muchos de los participantes afirmaban que no planifican las actividades que harán en su tiempo libre y que prefieren “ver lo que va surgiendo”, esto muchas veces se puede traducir a una rutina inconsciente en la cual no hay cambios si no hay ningún factor externo que empuje a hacerlo.

“Yo es que más o menos hago siempre lo mismo.” (mujer, Madrid)

No asistir a un museo muchas veces puede no ser una decisión consciente.

Falta de comprensión y rechazo por la audioguía

“Se ha de saber entender, porque hay museos que son de cultura, otros de cuadros… para ver un museo de esos tienes que tener una capacidad porque si no te quedas en babia.” (hombre, Barcelona)

La imagen de los museos, como “torre de marfil” o instituciones a las que solo pueden asistir un tipo de personas, actúa como barrera mental hacia los no visitantes. Es un estereotipo conocido, los museos son o aburridos o difíciles de entender o ambos. El pensamiento de que hace falta ser una persona con estudios o culta para disfrutar de un museo crea una limitación y un círculo vicioso trampa que causa más incomprensión y rechazo en las personas que no los visitan.

por que el publico no visita el museo

Una solución para este malentendido podría ser el guía:

“El tema información es importante, pero yo me planto delante de un cuadro, y
no sé entenderlo, pero si pusieran una guía, que cogiera un grupo de 20 personas, y te
fuera explicando… (…) Si vas al Prado, te pones a ver La familia de Carlos IV, y hay una
persona que te explica que la reina está más a la izquierda porque a Goya le caía mal…
Es interesante.”
(hombre, Madrid)

Sin embargo, entre los no visitantes hay un amplio rechazo hacia las audioguías, en su mayoría porque no ameniza ni fomenta las relaciones sociales:

“Participante 1- Ahora hay métodos más sofisticaos, que vas con un aparatito…
que le vas diciendo y te explica… y a mí me aburre.
Participante 2- Es una voz monótona…
Participante 3- Que te pongan un poco en la situación que estaba el pintor…
Participante 4- Es más frío, pero eso te lo cuenta. Te encierras más en tí, con los cascos.
Participante 5- Y si te pones los cascos no puedes hablar con tu marido, con los niños…
Participante 1- Y que puedas preguntar.
Participante 6- Que te salen dudas.”
(Sevilla)

Una clave interesante para los mediadores culturales y directores. Los no visitantes opinan que en los museos no se puede conectar con los demás, estos buscan darle un nuevo sentido social a las visitas.

¿Qué pueden hacer los museos?

Sería incoherente recomendar que los museos se convirtieran entonces en una especie de espectáculo social porque estaría en gran parte en contra de la misma naturaleza del museo. Sin embargo, los museos deben tomar acciones que los hagan más cercanos a su público potencual. Hay muchos ejemplos de museos que han tomado acción en las redes sociales con estrategias digitales para acercarse a un público que antes no tenían.

por que el publico no visita el museo?

Hoy, más que nunca, los museos necesitan visibilidad. Acercarse a la realidad actual no representaría una traición más que un favor a ellos mismos. Entender las necesidades de sus usuarios así como de sus no usuarios para transformarse en instituciones integrales y capaces de influir en cualquier público.

Los museos deben ser capaces de algo muy difícil, crear una conexión emocional con el público (muchas veces esto puede ser convertirse en marca, hacer actividades fuera del museo, buscar al público donde ellos estén). Es evidente que si tenemos un vínculo emocional o información previa sobre algo, nos sentimos mucho más afectados por esto mismo:

“Yo, el de Ana Frank y me emocioné muchísimo, porque como me había leído el libro…
pues yo estaba emocionada, con los pelos de punta, no lloré de milagro. Me encantó. Al mismo tiempo fui al de Van Gogh, pero… tampoco me transmitió mucho. Yo de pintura tampoco… los cuadros son famosos, pero nada más.”
(mujer, Sevilla)

El futuro de los museos debe centrarse en la creación de comunidades culturales que prioricen el diálogo entre el museo y sus visitantes. Es fundamental conocer y cuidar a tu público, brindando experiencias valiosas tanto para los usuarios como para los no usuarios, manteniendo siempre la esencia del museo. De este modo, los museos podrán evolucionar sin perder su identidad.

BIBLIOGRAFÍA

Ministerio de Educación, Cultura y Deporte (2012). Conociendo a todos los públicos: ¿Qué imágenes se asocian a los museos? Secretaría General Técnica, Subdirección General de Documentación y Publicaciones. NIPO: 030-12-330-1.

https://www.traveler.es/viajes-urbanos/articulos/por-que-no-me-gusta-ir-a-museos-estudio-prado/14839 [Consultado el 12 de julio de 2024].

Ministerio de Cultura y Deporte (s.f.). Museo: Lugar donde no voy. [en línea] Disponible en: https://www.cultura.gob.es/dam/jcr:76fdbdd1-ee8a-40fc-b083-4d9a62ef6cf5/museo-lugar-donde-no-voy.pdf [Consultado el 12 de julio de 2024].