Entrevista a Hans Ludwig. El arte de diseñar sonido para museos

Uno de los temas clave que abordamos con Hans es el papel de la música en las exposiciones y cómo esta puede enriquecer la experiencia del visitante. Muchas veces se subestima el impacto del sonido en los espacios culturales, cuando en realidad es un componente muy interesante para crear atmósferas inmersivas. “Con la música llegas directamente a las emociones de las personas. Vivimos escuchando música y escuchando sonidos. Es muy fácil entender a través de la banda sonora porque te llega directamente”, comenta Hans.

Según el compositor, la música tiene la capacidad de crear conexiones emocionales con los objetos y las temáticas de la exposición. Estas bandas sonoras no están allí solo para "rellenar" el espacio, sino para amplificar la narrativa, envolviendo al espectador en un ambiente que le permite conectarse de una manera más profunda con el contenido.

Hans nos explica su proceso creativo para convertir épocas históricas o estilos artísticos en sonidos. "Cada exposición tiene su propio ADN", menciona Ludwig. En su trabajo, se sumerge en una investigación profunda para entender el contexto de la exposición: los valores, los sentimientos y los mensajes que se desean transmitir. A partir de allí, comienza a experimentar con diferentes instrumentos, texturas y ritmos, buscando ese sonido que capture la esencia de lo que está siendo expuesto.

"Cuando trabajo en una exposición histórica, no solo busco crear una ambientación de época", dice Ludwig, "quiero capturar el espíritu de ese tiempo, las emociones que sentía la gente, los paisajes sonoros que podrían haber escuchado. De la misma forma, cuando hago una banda sonora para la obra de un artista visual, la música no imita lo que se ve, sino que dialoga con la obra. Me empapo de lo que aquel artista escuchaba en su día a día, lo que le gustaba, sus libros, sus obras".

Hans enfatiza que una banda sonora bien diseñada puede transformar por completo una exposición. "El sonido tiene un poder emocional muy fuerte", asegura. En su experiencia, una de las claves para un diseño exitoso es la capacidad de modular la energía y las emociones del visitante a través del sonido. La música puede ser sutil y envolvente, creando una sensación de tranquilidad o asombro, o puede ser más dramática y potente, intensificando la tensión o el suspenso, dependiendo del mensaje que se quiera transmitir.

Además, algunos estudios demuestran que la música no solo mejora la experiencia estética, sino que también puede aumentar la concentración del público, permitiéndoles absorber mejor la información. Esto hace que el sonido sea un recurso valioso, no solo para crear una atmósfera, sino también para enriquecer la comprensión y la retención de lo que se está exponiendo.

Esta conversación con Hans Ludwig nos hace reflexionar sobre cómo los museos y las exposiciones pueden aprovechar mejor el diseño sonoro. A menudo, los elementos visuales reciben toda la atención en el diseño museográfico, pero el sonido tiene un potencial transformador que no debería ser ignorado.

Con esta entrevista, lanzamos el reto: ¿Por qué no incorporar música en tu próxima exposición? Tal como Ludwig sugiere, el sonido puede hacer que el visitante no solo vea la exposición, sino que la sienta.

Te invitamos a seguir explorando junto a nosotros cómo diferentes profesionales, como Hans Ludwig, aportan su talento para crear experiencias culturales más ricas y envolventes. ¿Qué otros perfiles te gustaría conocer en nuestras próximas entrevistas? ¡Déjanos tus sugerencias!