Mediación artística
Un campo dentro de la mediación cultural para acercar el arte al público.
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Mediar significa “intervenir, participar, interceder, existir o estar entre dos personas o cosas”. La mediación artística es un campo dentro de la mediación cultural que consiste en acercar el arte al público. Las acciones a desarrollar pueden ser intervenciones, actividades, charlas o talleres relacionados con la temática, técnica y contexto de la obra.
¿Por qué mediación artística?
Comúnmente instalada en la intersección institución-obra-público, la mediación artística es una gran herramienta para la transformación e inclusión social.
Vincula experiencias artísticas a diferentes colectivos, de forma que el arte puede servir como herramienta de reflexión, aprendizaje, fomento del pensamiento crítico e incluso canal para la educación emocional.
Objetivos de la mediación artística
El mediador o mediadora artístico facilita, con la ayuda de una serie de herramientas educativas, la posibilidad de diálogo y aprendizaje a través del arte, tendiendo puentes entre una obra artística y un público.
- Fomentar la apreciación artística en niños y adultos
- Fortalecer la experiencia artística a un público, descubriéndole cosas de la obra que desconocía
- Ofrecer manifestaciones artísticas a comunidades vulnerables
- Educar en artes visuales a estudiantes y docentes
- Explicar una colección, obra o artista en concreto
Arte y transformación social
El arte y, por tanto la mediación artística, son grandes herramientas socio-educativas que pueden fomentar una transformación hacia una sociedad más crítica, abierta e inclusiva, al mismo tiempo que fomenta el desarrollo comunitario.
La mediación artística puede actuar en mucho ámbitos y de muchas formas: desde la facilitación de herramientas a educadores y profesionales culturales; hasta la acción directa en contextos difíciles como centros sociales, zonas de conflicto bélico, hospitales o comunidades con riesgo de exclusión.
Se ha demostrado como el arte y la creatividad tienen un impacto positivo en todas las personas, fomentando la empatía y el desarrollo psicoemocional. Esto permite fomentar la cooperación, el respeto y el empoderamiento, así como ir hacia sociedades más sostenibles desde un punto de vista ambiental, económico y social.
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