Mejora tu branding paso a paso. Especial arte y cultura

Aunque el concepto de branding es algo que a estas alturas ya es de conocimiento general, sigue habiendo mucha confusión sobre el significado y distintas implicaciones de este término. Además, existen pocos profesionales que se centren en el branding para cultura y arte. ¡Te dejamos información y recursos que esperamos que te sirvan!

¿Qué es branding?

Hay muchas maneras de definir esta palabra, aunque todos estaremos de acuerdo en que hace referencia a otro concepto que compone su propio nombre: brand, o lo que es lo mismo, marca.
El branding consiste en toda una serie de estrategias de comunicación y gestión que ayudarán a comunicar el propósito, identidad, espíritu y objetivos de un proyecto o empresa. A pesar de que comúnmente se tiende a pensar que el branding hace alusión únicamente a la creación de un logotipo y a algunos otros elementos de la comunicación visual, lo cierto es que para que el branding de cualquier marca esté bien construido debe de responder a todo un profundo análisis que tenga en cuenta la personalidad de la empresa, sus necesidades y las de su público, los objetivos a medio y largo plazo, además de otros elementos satélite que pueden ir agregándole dependiendo de las necesidades particulares de cada caso.

Bueno pero, ¿para qué sirve el branding?

El uso más evidente que podemos darle, es el de ayudarnos a identificar y destacar nuestra marca. Hay millones y millones de marcas, empresas, emprendedores, proyectos… Y aunque cada uno tiene su propia personalidad, no siempre saben transmitirla.
El branding es una de las herramientas que tienen las marcas para hablar de sí mismas a su público, y distinguirse por delante de las demás. Evidentemente un buen branding sabrá destacar las cualidades y corregir los defectos que pudiera tener la empresa, así que será una herramienta más para vender la mejor versión de tu proyecto.

¿Qué proceso se debe seguir para construir un buen branding?

Como se suele decir, cada maestrillo tiene su librillo, pero en nuestra experiencia trabajando en la construcción de marcas y ayudando a emprendedores y empresas a generar un branding sólido, hemos acabado creando nuestra propia metodología.
Es la que aplicamos cuando nos encargan hacer manuales de marca o definición del branding, pero también los pasos que seguimos cuando hacemos mentoring para emprendedores para que sean ellos mismos los que sigan el proceso.

Antes de desglosar cada paso, nos gustaría que comprendieras la importancia que tiene la primera parte del proceso. Lo que ven los usuarios finales (la identidad visual, el logotipado, las campañas de publicidad…), son una respuesta creativa o técnica a las necesidades de la empresa o su target, y para comprenderlas, es importantísimo hacer un buen análisis y estudio previos.

Visualiza una marca como un iceberg: lo que vemos (su look, su imagen) es únicamente la punta del mismo, pues responde a todo un trasfondo: cómo es la marca, cómo habla y cuál es su tono, qué valores quiere transmitir, cómo se mueve, en qué entornos, etc.

Una vez está claro esto, entonces sí que nos ponemos manos a la obra con la identidad visual y gráfica de la marca. Esta parte más práctica del proceso ha de saber plasmar los valores recogidos en el primer análisis. Una buena identidad sabrá captar la “edad”, energía y tono de la empresa a través de los distintos elementos visuales.
Por ejemplo, seguro que si te decimos: piensa en una marca sofisticada, elegante, sobria… te vendrá instantáneamente la imagen de una marca a la mente. O si por el contrario te decimos, piensa en una marca que sea “gamberra”, desenfadada, juvenil, divertida… seguramente también tendrás un ejemplo o varios en mente.

Que seas capaz de asociar elementos visuales de alguna marca con valores conceptuales y emocionales como los que antes hemos mencionado, es un indicador de que esa marca está bien construida, y que como te decíamos con anterioridad, responde a su definición y valores y los plasma de manera palpable.

No nos enrollamos más, ahí va el desglose del proceso de creación del branding de una marca.

Paso a paso: creación de un buen branding

1. El análisis

Empezamos con la primera parte y más teórica: el análisis
Definimos qué es la marca: cómo se identifica, cuáles son sus rasgos y valores. Básicamente la definimos como si se tratase de una persona a la que conociéramos muy bien.

En este mismo punto también establecemos el cómo le gustaría ser a la marca. Si es una marca con cierto recorrido, quizá se haya estancado en unos rasgos identitarios que en la actualidad no la representan, o no se corresponden con sus objetivos o su público ideal. Es importante también saber identificar esto y establecer el cómo es la marca ahora versus el cómo debería/le gustaría ser.
Identificamos cómo es su público: a través de diversos ejercicios establecemos la identidad del público al que se dirige la marca, definiendo también sus necesidades, problemas, anhelos…

Quizá la marca quiere poco a poco enfocarse en comunicar a otro tipo de público, en cuyo caso, también lo definiremos lo mejor posible.
Establecemos los objetivos a corto, medio y largo plazo para que todas las acciones prácticas que realicemos a continuación en el desarrollo del branding estén enfocadas a satisfacer las necesidades y objetivos de la marca.
Este ha sido un pequeño resumen de los primeros pasos, está claro que cada caso es único y es posible que este análisis se extienda dependiendo de la marca.

2. Primeras hipótesis

Una vez terminada esta primera fase es hora de pasar a la parte práctica. Solemos empezar con un poco de benchmark a nivel visual, lo que nos ayuda a entender cómo se posicionan visualmente otras marcas del sector. Una vez tenemos claro esto, generamos un moodboard o tablero inspiracional, lo que nos sirve para establecer unas bases sobre las que trabajar.
A partir de aquí, trabajamos distintas vías de experimentación. Aunque todas ellas responden al análisis previo, en cada una nos enfocamos en destacar aspectos específicos de la marca.

3. Creación de la identidad visual

Después de estudiar las hipótesis visuales, acabamos por seleccionar una única vía de trabajo, trabajamos más en ella hasta encontrar el aspecto definitivo de la identidad visual.
Normalmente cuando se trabaja branding e identidad juntos, se suele generar un manual de marca, en el que se recogen todos los elementos visuales que conforman esta marca: logotipo, gama cromática, símbolos, familias tipográficas, aplicaciones… También los elementos de comunicación no verbal que definen esta marca: su tono de comunicación, su espíritu, los valores analizados previamente, la personalidad de su público, los sonidos, la música que puede ir asociada a la identidad de esta marca…

El manual de marca puede ser tan complejo como la marca precise que sea. Lo habitual es que si la marca es de reciente creación, al inicio sea un manual pequeño y que se vaya ampliando a medida que esta crezca.

branding cultura

¿Qué tener en cuenta en el desarrollo del branding de un proyecto cultural o artístico?

Aunque los mecanismos serán muy similares a los mencionados anteriormente, nos gustaría destacar algunos aspectos, que en nuestra experiencia trabajando en este sector, hemos visto que se deberían potenciar:

  • No quieras empezar la casa por el tejado. Es muy habitual, sobretodo en el sector artístico, que el propio emprendedor decida empezar a funcionar con un logotipo que ha producido él mismo. Cuidado con esto, es cierto que las entidades culturales y artísticas han de representarse respetando el vínculo con la obra o el estilo creativo con el que trabajen, pero procura nunca obviar un buen análisis inicial y evitarás tener que hacer doble trabajo en el futuro.
  • Evita cambios de rumbo sobre la marcha. ¡Cuidado! A veces los caracteres más creativos tienden también a ser un poco impulsivos. Una de las características de realizar el branding de una marca (sea en el sector cultural o no), es que te servirá como hoja de ruta y referencia para las decisiones que tomes. Si está bien hecho, será lo suficientemente flexible como para abarcar distintos tipos de situaciones, así que intenta ceñirte a él y no cambies tu logo, tu gama cromática o la identidad completa de la marca a la mínima de cambio.
  • Respeta la guía de estilo. Este punto está muy vinculado con el punto anterior. Procura ceñirte a la guía de estilo. Puedes hacer diferentes aportes creativos, pero procura que siempre estén alineados con tu diseño y comunicación. Aunque una de las características de tu identidad sea precisamente ese aspecto creativo que destaca en tu marca, si no sabes jugarlo bien puedes dar impresión de falta de seriedad o poco cuidado, y a la larga esto te puede reportar falta de credibilidad por parte de los consumidores.
  • Mantén un discurso claro. Muchas veces en el sector cultural y artístico el lenguaje suele ser críptico. Parece que se espera que el espectador haga su propia interpretación y que cada uno extraerá una información distinta del mensaje… Pues lamentamos decirte que, si este es tu caso, deberías replantearte cómo te comunicas con tu audiencia.

Por muy creativo/a que quieras ser, la comunicación ha de servir para que emisor y receptor entiendan un mensaje, y si le pones trabas al mensaje, es posible que no se entienda como debería, o incluso se tergiverse. Para evitarlo, piensa bien cuál es el mensaje que quieres dar en cada caso, intenta sintetizar y utilizar un lenguaje que tu público pueda comprender. Ya habrá tiempo para adornos una vez esté claro el mensaje principal.

Esperamos que esta información te sea útil y puedas poner en práctica algunos de nuestros consejos. Si tienes alguna duda, estaremos encantadas de ayudarte en lo que esté en nuestra mano.

Como premio por haber llegado hasta aquí, te ofrecemos una pequeña auditoría gratuita para evaluar el estado actual de tu marca. Escríbenos sin compromiso y valoraremos tu caso.